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Bien, cuando hablamos de
ludopatía nos referimos a una adicción patológica a los juegos de azar y las
apuestas. Esta adicción <<consiste en un deseo irreprimible de jugar pese
a que la persona es consciente de las consecuencias.>>. El confinamiento
actual –positivo en muchos sentidos– es perjudicial para los adictos en
tratamiento que ahora podrían sufrir alguna recaída dado que existe el juego
por internet. En palabras de algún psicólogo: <<El aburrimiento y la
frustración son uno de los motores de riesgo de una persona que presenta una
adicción para que vuelva a repetir esas conductas.>>. Las personas
todavía en tratamiento son vulnerables porque se encuentran en un proceso de
cambio, y la falta de la rutina que llevaban a cabo con sus grupos de terapia y
sus actividades les puede desestabilizar y, como consecuencia de esto, el
riesgo resulta mayor.
Fuente: Pulsa aquí.
Para paliar esta falta de
contacto físico –tan negativa para los adictos– se continúa trabajando con
estos grupos a través de una plataforma virtual que ayuda a seguir acompañando
a estas personas en estos momentos de confinamiento. Las rutinas son
importantes pues minimizan el estrés y el malestar que puede causar la
reclusión en el hogar, minimizando la posibilidad de que el paciente recaiga.
Cuanto más tiempo lleva el adicto sin jugar más difícil es que recaiga, sin
embargo, se recomienda no usar demasiado el móvil ni el ordenador (controlar su
uso) de forma que no exista tal tentación. Sí es cierto que como medida
extraordinaria el Gobierno ha limitado de urgencia la publicidad del juego
‘online’ a la madrugada.
Fuente: Pulsa aquí.
Sin embargo, cualquier medida
es escasa, y con los locales presenciales de apuestas cerrados los ludópatas
están encontrando en el juego por internet la única forma de alimentar su
adicción. El casino y el póker online se han disparado durante la cuarentena.
El balance es que están naciendo nuevos adictos al juego y los que en
apariencia habían superado la adicción están recayendo. Y de vencer la
tentación, puede caerse en otra adicción: comer compulsivamente, hacer compras
online o engancharse a los videojuegos. Algo grave que viene sucediendo desde
la cuarentena es que los jugadores tienen que pasar 24 horas del día junto a
sus familias, sabiendo que en muchos casos las han arruinado… El confinamiento
está siendo una prueba para todos.
Fuente: Pulsa aquí.
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