Hoy os voy a hablar sobre un cuento infantil: El Cazo de Lorenzo.
Un cuento infantil sobre la diversidad funcional.
Su autora es Isabelle Carrier.
Adaptación en vídeo del cuento "El Cazo de Lorenzo"
Video obtenido de Youtube
El Cazo de Lorenzo es una historia de integración de un individuo algo diferente –en realidad, como casi todos– que en este caso arrastra un cazo que bien podría ser símbolo de la dificultad o dificultades especiales que debe afrontar en el día a día. Aunque Lorenzo, desde el principio, sabe cómo sacarle partido a lo que lo caracteriza, llega a desfallecer en un momento dado: el cazo puede advertirse como algo de gran tamaño en algún momento, algo difícil de llevar, transportar u ocultar. No solo hace ruido, también es pesado, e impide que Lorenzo se desarrolle con normalidad respecto a los iguales que lo rodean. Sin embargo, una pequeña ayuda u orientación por parte de alguien generoso, especial o de gran corazón siempre puede cambiar la vida de alguien tan singular como Lorenzo.
El cazo, que chirría al arrastrarlo hasta resultar estridente, también, tal como describe el film, puede servir para golpear una bola y practicar un deporte. Por otro lado, si soplamos sobre el lugar correcto de tal objeto, es posible escuchar una agradable melodía. Incluso podemos hacerlo descansar en un zurrón para que así nadie se vea obligado a arrastrarlo con lo que ello supone. Se trata de ideas que a Lorenzo no se le hubieran ocurrido de no contar con el auxilio de una persona comprensiva que supo entenderlo hasta lograr su inclusión. Por otro lado, Lorenzo siempre fue el mismo, solo que ahora ha superado el aspecto negativo de lo que consideraba un obstáculo. Ya se siente libre, para dar lo mejor de sí.
La historia narra a la perfección el logro de una meta –por parte de un individuo– que no es otra que conseguir –en este caso– la inclusión en una sociedad que –a veces– parece poco concienciada en cuanto a ayudar a quien cuenta con alguna necesidad especial o concreta. El corto cinematográfico sabe representar con acierto –mediante un cazo– el obstáculo u obstáculos invisibles que debe salvar alguien como Lorenzo a lo largo de cada día. Aquí, para dar solución al caso de Lorenzo, cuando, habiéndose ocultado, no pensaba salir del escondite, se han servido de la asistencia o auxilio de alguien que, probablemente, por empatía consigue enseñar al chico una serie de trucos que, al menos, a él le sirven. Sin embargo, aunque el mensaje es completamente cierto, aún queda mucho por hacer…
A modo de conclusión, decir que ésta –nuestra sociedad– debe ser plenamente consciente de que siempre va a resultar positivo –va a enriquecer– comprender las dificultades a las que muchos se enfrentan en el día a día, ya sean barreras físicas o arquitectónicas, como las que aborda alguien con problemas de movilidad, o psíquicas –en apariencia, invisibles– como las que asume como reto alguien que tenga problemas al relacionarse en base a una serie de peculiaridades que no deben hacerlo diferente hasta el hecho de excluirlo sino más bien de integrarlo, porque todos tenemos algo que ofrecer y, lo que es más evidente, capacidad para superar la inclemencia de aquello que consideramos un problema.
Foto obtenida de Pixabay |
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