Hola a todos y a todas.
Esta semana me ha tocado el rol de Rastreador.
Bien, ya que se trata de una
noticia reciente, todos recordaréis el caso del chico australiano que padece
acondroplasia, o lo que es lo mismo, un tipo de enanismo, y que ha sido víctima
del acoso escolar. Su nombre es Quaden Bayles y no, no es influencer ni
millonario, ni tiene dieciocho años, como afirman los que han sembrado un nuevo
bulo a través de internet poco después de que el suceso saliera a la luz. El chico ha despertado la
solidaridad de prácticamente todo el mundo mediante un vídeo que subió su madre
a las redes con tal de prevenir que sigan ocurriendo este tipo de abusos
consecuencia de peculiaridades que distingan al individuo en cuestión. Todos
debemos aprender a apoyar en lugar de juzgar por el motivo de ser –en
apariencia– diferente.
La integración es crucial y enriquece a quienes la
practican. Matonismo es –como bien han
definido los que critican una actitud así– la conducta de los que sembraron el
bulo que, además de inhumana, resulta cruel, golfa… Éste es el peligro de las
redes: un espacio que da voz a cualquier patán que se proponga extender una
noticia falsa sobre un hecho tan delicado y que cuenta a favor con la
ignorancia del sabelotodo de turno que acepta como veraz la noticia sin
siquiera comprobarlo para intentar hacer ver que el pequeño –en este caso,
Quaden– es más listo que nosotros y ha obtenido alguna clase de rédito gracias
al acoso en el centro escolar por parte de sus iguales.
FUENTE que confirma la Fake New: Pulsa aquí.
El asunto es
que –algunos– no contentos con el abuso que ha sufrido el chico, consecuencia
de una discapacidad que deberá asumir y afrontar durante toda su vida, se han
empeñado en enturbiar su integridad, cuando no llega a los diez años de edad.
Al final sucederá lo mismo que en series futuristas como Years & Years
donde ante una noticia importante apenas sabremos distinguir si se trata de una
noticia falsa o no. Afortunadamente, aún contamos con el periodismo serio que –confiamos
en ello– pueda encargarse de hacernos conocer la verdad sin prestarnos por
ignorancia a difundir algo que es incierto. Y tampoco podemos olvidar que la
fuente de donde procede la noticia ya es indicativo de su autenticidad o no.
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